Precauciones al conectarse a una red inalámbrica pública
Hace poco recordaba un ejemplo que nos expuso un profesor en
clase, el cual trataba sobre la gente que mantiene sus redes inalámbricas
activas en todo momento. Este ejemplo me dio la idea de hacer una experimento y es de lo que te hablaré hoy.
Un día fui a un café en una plaza concurrida, me instalé con
mi computadora y un router. Conecté el router a la red del café y lo dejé sin
contraseña. Como nombre del SSID fueron las iniciales de un hotel cercano que
antes tenía su red inalámbrica abierta (que oportuno). Permanecí en el lugar
por 45 minutos, antes de retirarme observé que mi red tenía 12 conexiones establecidas. Como ya había finalizado
mi experimento desconecté todo sin causar daño.
Todo esto te lo platico para que no confíes ciegamente en
las redes WiFi públicas. En ocasiones los hackers crean puntos que imitan
nombres de lugares para engañar a los usuarios y obtener su información. Es por
eso que les quiero aportar algunas opciones y puedan tomar sus precauciones a
la hora de conectarse a una red WiFi pública.
Preguntar por el nombre SSID
Si acostumbras a utilizar redes inalámbricas públicas es
importante que solo utilices en las que confíes. Por ejemplo, si quieres
aprovechar la conexión de un restaurante, lo ideal es preguntar el nombre exacto del punto de acceso.
Dos puntos de acceso con un nombre similar pueden ser la diferencia entre una
navegación “segura” y una desgracia con tu información.
Conéctate manualmente.
No te conectes automáticamente
a un WiFi público. La conexión a un Wifi público es solo Cuando lo necesitas. El WiFi público
con un nombre familiar hoy puede ser un vector para robar información mañana. ¿Recuerdas
el experimento?
Realiza una navegación responsable.
La realización de operaciones de banca online o el envío de datos privados son acciones que habría que descartar. Lo mejor es no acceder ni compartir datos sensibles mientras se usan ese tipo de redes puesto que nunca se sabe si pueden estar siendo utilizadas con intenciones nocivas.
Navega por páginas con protocolo HTTPS.
Colocar esa letra “s” extra en la
dirección de una página puede hacer una gran diferencia. Son cada vez más los
servicios en la Web que ofrecen el llamado “login seguro”,
pero si el HTTPS sólo se utiliza en el proceso de login para luego “bajar” a
una sesión HTTP convencional, pierde mucho sentido. Utiliza la verificación en dos pasos que
ofrecen servicios como Google puede ser de gran ayuda.
Utiliza una conexión VPN.
Una opción
excelente para aumentar notablemente la seguridad de tu sesión de navegación en
un WiFi público es a través de una red privada virtual. En algunas ocasiones, navegar a través de una conexión VPN sobre
WiFi público puede presentar algunos desafíos de velocidad, pero aunque
duela decirlo, no es la prioridad aquí. Si necesitas navegar a alta velocidad, no te es suficiente la velocidad obtenida para tu sesión, definitivamente no deberías
estar usando WiFi público.
Hay un detalle muy importante para mencionar, y es que esta
lista de recomendaciones asume que cuentas con un
antivirus actualizado, una herramienta antimalware
lista para usar, y un firewall personal
activado. Pregunta, observa, desconfía.
El WiFi público es un servicio,
pero puede convertirse en perjuicio en
tiempo récord.